Amanecer en Angkor Wat


La foto más repetida y famosa de Camboya es probablemente un amanecer o atardadecer del templo de Angkor Wat. Más que madrugar, hay que mal dormir, pues la hora recomendada para salir del hotel es las 4:30 a.m. Se tardan 20 minutos de tuk-tuk y el Sol hoy salía a las 5:50. 

Los dos lugares más populares son dentro del templo, entrando por el acceso oeste, para tener una vista de Angkor Wat con la salida del Sol detrás; y en el templo de Phnom Bakheng, ya que ofrece una vista elevada de Angkor Wat desde la escalinata orientada al este del templo.


Al llegar a Angkor Wat era aún noche cerrada, por lo que íbamos con la luz del flash de los móviles. Después de cruzar el foso exterior, había un cartel que avisaba de que estaba cerrado hasta las 5:30 a.m. ¿Prohibiciones? Estamos en Camboya, para dentro que aquí no hay puerta. Dentro, oscuridad total, pero se ven algunas luces lejanas moverse. Se me ocurre que si se acerca un guardia, con apagar la luz del móvil no nos verá, aunque no sé si es buena idea... Ya cuando llegamos frente a las piscinas que se encuentran delante del templo, llega "Super boy", del puesto de comida número 3 para ofrecernos el mejor desayuno de Angkor Wat, ¡qué rico el crío! <<Later, later! After sunrise!, Ok, ok>>.


Frente a cada una de las piscinas (de agua estancada de la lluvia) hay unas piedras donde poder sentarnos incomodamente. Pues a sentarse y ajustar la cámara, que tenemos una hora hasta que salga el sol y hemos llegado de los primeros. Poco a poco van llegando chinos mientras nosotros vamos alimentando a los miles de mosquitos de barrizal. Nos sacamos nuestro desayuno para envidia del resto y la cosa se va calentando. Venga chinos, ya tenemos tres filas detrás. Poco a poco la luz se va dejando ver y finalmente pues hay más luz y luego más y después pues es de día. Como en todos sitios, vamos. 

Con un poquito de técnica y retoque salen fotos bonitas como la primera, a unos mejor y a otros peor, pero todos con la satisfacción y orgullo de haberla hecho uno mismo. Después es buen momento para seguir visitando el templo tranquilamente y por supuesto desayunar donde Super boy, stall número 3.

Nosotros tenemos otros planes, así que después de unas cuentas fotos más nos volvemos al hotel para nuestra siguiente experiencia, el Monte Kulen, donde empezó todo...


nulain

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