Trotamundos Andaluz

Después de la visita a las Islas Gili, regresamos a Bali entrando por el puerto de Pandang Bai. Las olas al atardacer eran bastante fuertes y el viajecito ha sido muy movidito. Nuestro siguiente destino, Kintamani, está lejos, entre el volcán Agun y el Batur, así que hemos tenido que regatear fuerte para no conseguir un mal precio.

Nuestro hotel Mapa Lake View es muy pequeñito y agradable. El dueño sale inmediatamente a recibirnos preocupado porque llegaráramos tan tarde (19:30, noche cerrada). Sólo estamos una pareja francesa y nosotros. Al no haber luz y estar en altura, de noche se parece a un refugio de montaña, pero en realidad está genial, como comprobamos de día.



A las 4:00 am empezamos el camino con nuestro guía, un chaval de 23 años que también trabaja en el hotel. Lo bueno es que desde este hotel sales directo, sin tener que coger coche. Los guías deben pertenecer a una asociación de guías del Batur y cobran un precio fijo por persona (350.000 IDR, unos 21€). Vamos la pareja francesa y yo con el guía, ya que Raquel no estaba por la labor (¿madrugar, caminar de noche con una linterna, coger frío y total para subir una montaña que puedes ver desde abajo? mejor dormir).

El camino de subida es muy sencillo y después de algo menos de dos horas llegamos a la cima del cráter. Por el camino vamos encontrando otros grupos y al final en la cima nos juntamos alrededor de 50 personas, por lo menos. Una de las gracias del volcán es preparar huevos cocidos en las salidas de vapor de la roca, que hay montones. Los propios guías tienen un propio refugio donde preparan té y café a precio de montaña (25000 IDR, unos 1,5€, aceptable, además de que te echas unas risas con ellos). La ruta continua bordeando el cráter, viendo las diferentes lenguas de lava de las antiguas erupciones y termina regresando al hotel.



A lo lejos se ve el volcán Agun, el más alto y sagrado de la isla. También llega a verse el mar, si las nubes lo permiten.



Una de las erupciones dejó este paisaje. La lava paró justo enfrente de un templo que había en la zona (es el montecito verde que se en medio), por lo que ahora se conoce como Lucky Temple (Templo de la suerte o afortunado).



En la zona baja del cráter hay una colonia de macacos muy "salaos", como los del Monkey Forest en Ubud.



Batur Natural Hot Springs
Gracias a la actividad volcánica, varios hoteles de la zona tienen baños termales. Decidimos visitar uno de los que aparecen en las guías y donde además nos hacen descuento en el hotel, las Batur Natural Hot Springs. Para llegar hemos tenido que caminar bastantillo por la carretera (unos 15 minutos, aunque pareció más).



Había leido que la gente en Kintamani no era muy amable, pero la verdad es que el buen rollo en la cima con los guías, la amabilidad del dueño del hotel que nos ha ayudado con todo y un par de personas que preguntamos en el camino, me han dejado una buena experiencia, pese a que la zona no está nada cuidada ni atrae al turista.

El dueño del hotel nos ha buscado un chofer hasta nuestro siguiente destino, Lovina, al norte de la isla, un sitio super relajante para descansar y disfrutar de la playa (3 horas en coche desde Kintamani). Esta vez llegamos para disfrutar de los últimos rayos de Sol y el atardecer.