Roma IV: Museo Capitolino y Campo di Fiori

Plaza del Campidoglio que da acceso a los museos

Después de los Museos Vaticanos, toda guía recomienda otros dos museos: la Galería Borghese y los Museos Capitolinos. Como para la primera hay que reservar con antelación, y no lo habíamos hecho, la decisión era fácil: a los Capitolinos, que además hacen alarde de ser el primer museo de la ciudad.




Museos Capitolinos
Los Museos Capitolinos cierran bastante tarde en comparación con el resto de atracciones de la ciudad, por lo que a primera hora apenas hemos encontrado gente en su interior. Así sí se puede disfrutar realmente un museo, no como los Vaticanos, donde literalmente te ves arrastrado por la masa de gente y no puedes en muchas ocasiones pararte, ni ver nada agusto (¡crítica para el Vaticano!). 

El complejo del museo está montado sobre varios edificios antiguos, entre ellos el Tabularium romano, lugar donde se guardaban las leyes. Desde lo que fueran las puertas, ahora se disfruta de una magnífica vista al Foro, así como restos que ayudan a imaginarte lo impresionante que debió ser. ¡Y lo mejor es que hemos estado sólos todo el tiempo!

Vista del Foro Romano desde el Tabularium
Desde la terraza de la cafetería en la segunda planta también se puede disfrutar de unas mágnificas vistas al lado opuesto de la ciudad (como referencia, ver San Pedro arriba a la izquierda).

Vista de Roma
Una cosa curiosa que tiene el museo es que muchas obras tienen unas etiquetas NFC que al acercar el móvil te redirijen a una Web donde leer una breve reseña de la obra. El problema es que necesitas Internet, pero afortudamente llevaba el router 3G encima, así que ha sido super útil (salvo error mío, el amigo audioguía Tutta Roma no trata el museo).


Hasta bien pasado un buen rato no nos hemos cruzado con nadie en el museo. No me enrolloré mucho con el interior, puedes mirar mejor la Wikipedia para conocer el museo. Hay varias obras destacadas como la Loba Capitolina de la famosa leyenda de Rómulo y Remo, la Medusa de Bernini, la estatua ecuestre de Marco Aurelio, la Venus Capitolina, bustos de emperadores y filósofos, etc. 



Campo de Fiori
Después de unas tres horas, ya es hora de comer algo, así que nos dirigimos a Campo de Fiori. Pasamos primero por el teatro de Marcello (simplemente es una visita por el exterior) y de nuevo por el barrio judío del Getto (ojo con los sábados, que los restaurantes judíos cierran).

La Piazza de Campo de Fiori cambia mucho de verla vacía a verla con su mercado, lleno de puestos de comida. En una de las esquinas de la plaza hay un horno donde hemos probado la mejor pizza que nos hayamos comido hasta ahora. Realmente deliciosa. Una porción al peso, 2,80€. 


Y para darnos un último homenaje ante de irnos, el restaurante Il Fico, cerca de Piazza Navona, ha sido un acierto. La pasta muy buena, el precio razonable y el servicio bien. A mí que no me suele gustar el tiramisú, le he dado una oportunidad y me ha encantado. 

Nos vamos ya para Florencia a continuar el viaje. Es poco más de hora y media desde Roma, así que me da tiempo a escribir estas lineas. E incluso a hacerme un selfie mientras hago como que escribo...






nulain

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1 comentario:

  1. Una magnífica forma de acabar la estancia en Roma con algo de tranquilidad y el estómago, junto a la cartera, agradecidos. Las fotos, como siempre, impresionantes. Buen viaje a Florencia.

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