La visita al río Yulong en bicileta fue una de las mejores experiencias del viaje. Salimos desde Yangshuo en bicleta, recorriendo los campos de arroz y aldeas junto río; hasta llegar al Dragon bridge y desde allí descender el río en canoa (mínimo 4 horas).

Es bastante fácil hacer esta excursión por cuenta propia sin perderse. El único problema puede ser encontrar un camino que lleve hacia el río, dado que no vimos ninguna señalización en la ciudad. Pero con las indicaciones de la Lonely Planet, un par de rodeos y a base de preguntar a los chinos (aunque no se enteren), dimos finalmente con el camino. Y una vez en ruta, es dejarte llevar. Por eso la mayoría de las personas que alquilan bicicletas te ofrecen sus servicios de guía; pero nosotros como siempre, lo hicimos solos.
Dado que el camino recorre zonas no asfaltadas, es recomendable coger una bicileta buenecita, preferiblemente con ruedas anchas. A nosotros nos salieron por 20 RMB para todo el día. Es importante llevar suficiente agua y alguna fruta para el camino; aunque una vez en el Dragon bridge, hay algunos sitios donde comprar agua y comer.
Afortunadamente el camino es totalmente llano. Al inicio pasas por algunos pueblos (feuchos), un campo de nenúfares (la cosa mejora) y por supuesto las preciosas montañas cársticas que caracterizan el paisaje de la zona. Cuando llegas al río es espectacular: es como un pasillo enorme flanqueado por montañas verdes a los dos lados; con campos de arroz en las zonas llanas y gente trabajando en sus cosechas. En esta zona no encuentras excursiones masivas, mucho menos de chinos, por lo que es muy tranquilo.
Durante el camino unas veces vas más cerca del río, otras te adentras un poco y pasas por medio de las aldeas, o los campos. Al poco de empezar, una mujer en bicicleta fue insistiendo en hacernos de guía; aunque le dijimos que no, fue siguiéndonos todo el rato a una distancia prudente, a veces delante, a ratos detrás. Al final de nuestro camino, en el Dragon Bridge, volvió a aparecer y nos insistió en que hiciéramos el descenso en las barcas de bambo. Nos pareció una manera bastante relajada de hacer el camino de vuelta y aceptamos por 150RMB, una botella grande de agua y el derecho a usar el aseo de su casa (una letrina en el patio junto a las gallinas). El Dragon Bridge no tiene nada en especial. Lo digo porque hay excursiones organizadas en autobús que te llevan a verlo, llegando por una carretera paralela al otro lado de las montañas. Pero realmente, el puente es lo de menos. Lo que merece la pena es el río y recorrerlo tranquilamente.
Habíamos tardado desde Yangshuo unas tres horas en llegar al puente y estábamos un poco cansados. El camino en barca es muy relajante y las vistas espectaculares. Simplemente te sientas y disfrutas del paseo. Por supuesto, es muy seguro y no hay riego de caerse, aunque tampoco sería ningún problema. La gente se baña y en muchos sitios se hace pie.
El paseito dura una hora y media y te deja en uno de los embarcaderos que habíamos visto en el camino de ida. Para regresar a Yangshuo hicimos el mismo camino pero al revés y bastante más rápido (media hora); y después de comer marchamos al aeropuerto de Guilin, hacia nuestro próximo destino, ¡Hangzhuo! Si no hubiéramos tenido que marchar al aeropuerto, nos hubiéramos desviado a la vuelta para ir a ver la famosa Moon Hill, que no anda lejos. Con esto ya, no se le podría pedir más a un día.
Y para terminar, os dejo una fotillo de una pareja haciéndose las fotos de recién casados. Sólo de ver al chaval con traje, zapatos, calcetines, etc.se me caían los chorreones de sudor. La chica se divertía con el agua.
PD. Por el camino que lleva hasta el río, vimos que se estaba construyendo una enorme puerta de entrada, tipo paifan, a la vez que un acceso asfaltado. Desconozco cuáles son las intenciones, pero no me estrañaría nada que tengan la intención de convertir la zona en un parque y cobrar entrada. Sólo espero que no acaben con la belleza del lugar.
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