Colombia y el Amazonas


El punto de entrada al río Amazonas desde Colombia se hace por la localidad de Leticia. En este punto se juntan a un mismo lado del río Brasil y Colombia y al otro lado, Perú. La única forma de llegar es volando, no llegan carreteras, todo está rodeado de selva. De ahí que haya libertad de circulación entre Brasil y Colombia y puedas pasar de un país a otro sin más.  Nos llamó la atención que hubiera tanta presencia policial, aunque en ningún momento tuvimos sensación de inseguridad (excepto cuando me bañe en el río Amazonas...). Pero al parecer se trata de un punto conflictivo de movimiento de droga y por eso hay tanta vigilancia. La gente sin embargo, en todo momento, nos pareció muy amable, servicial y tranquila.

Resumiendo mucho, básicamente tenemos Leticia, como punto de entrada y salida con el aeropuerto; Puerto Nariño, la segunda población del departamento, tranquila y sin vehículos; y ya después toda una serie de comunidades muy pequeñitas, con o sin infraestructura turística.

Nuestra visita al Amazonas en Colombia duró cinco días en total, tiempo suficiente para disfrutarlo:
  • Día 1: llegada y noche en Leticia.
  • Día 2: traslado a Puerto Nariño, aprovechando un tour, combinando visitas por el camino.
  • Día 3: excursiones desde Puerto Nariño.
  • Día 4: excursiones desde Puerto Nariño.
  • Día 5: traslado de regreso a Leticia y vuelo hasta nuestro siguiente destino.

Día 1:  Llegada - desilusión en Leticia

Leticia es el núcleo administrativo y económico del departamento. Con mucho tráfico, ruido y... básicamente un aeropuerto por el que entrar y salir cuanto antes. No es exactamente lo que uno espera cuando aterriza en el Amazonas. No es muy grande, pero aún así el tráfico en el centro es intenso, con muchas carreteras mal asfaltadas, aceras en mal estado (si las hay), fachadas desvencijadas, muchos vehículos viejos que hacen que el aire que se respira esté sucio... no mola.

Los taxis desde el aeropuerto tienen una tarifa plana de 10.000 COPs a cualquier punto de la ciudad, pero la zona centro y comercial es manejable andando. Conocimos gente que se alojaba en las afueras, que probablemente será mucho más tranquilo y rodeado de vegetación, pero necesitarás taxis para moverte.

Entonces, ¿qué se puede hacer en Leticia si estás de paso?
  • Nosotros aprovechamos la oferta gastronómica para comer y cenar especialidades locales. Recomiendo el restaurante Tierras Amazónicas, hay muchas cositas curiosas.
  • Visitamos el embarcadero y toda la vida alrededor del mismo (mercado, tiendecillas...)
  • Entramos al museo etnológico, pequeñito, gratis y con algunas explicaciones interesantes. Hay un señor allí que te explica encantado muchas cosas.
  • Visitamos la plaza Santander a las 17:00, hora a la que llegan muchos periquitos. Nada de guacamayos y aviso que huele fatal a huano.
  • Nos acercamos hasta Tabatinga en Brasil. El problema es que una vez que cruzas hay una avenida muy larga que andando es una pereza... habría sido mejor coger un taxi o tuk-tuk. Así que básicamente nos quedamos en el primer bar que encontramos, nos tomamos un caipiriña y regresamos (pagamos en COP).
  • Sacar dinero del cajero o cambiar divisas. Esto es muy importante, ya que no podrás usar tus tarjetas fuera de Leticia, necesitarás efectivo.
Desde el propio Leticia se pueden contratar muchas actividades. Nosotros sin embargo preferimos hacerlo desde Puerto Nariño. Entramos en una agencia local (por el centro hay varias) y contratamos el traslado para el día siguiente junto con un tour organizado, aprovechando así mejor el tiempo. A nosotros nos costó 145.000 COP por persona. El traslado únicamente con las compañías de barcos son 32.000 COP (2 horas río arriba, 1.5h de bajada), pero del otro modo podíamos empezar ya con las visitas.
Visto así hasta parece bonito, pero no te engañes
Parque central en Leticia
Ribera del rio en Leticia
Mojojoy, larvas de cucarrones

Día 2:  Llegada - traslado a Puerto Nariño con tour por el río Amazonas

Puerto Nariño no tiene nada que ver con Leticia. Es la segunda localidad más grande del Amazonas Colombiano, 75 km río arriba, sin vehículos a motor (aunque sí barcas), pero donde puedes encontrar bastante vidilla, varios hoteles, sitios donde comer, supermercados con lo básico, varios guías locales para hacer excursiones... Por haber hay un internado, colegio, hospital, dos polideportivos, unos billares y hasta un pub. Eso sí, no hay cajeros, apenas cobertura, no conseguimos WIFI en ningún lado, ni se paga con tarjeta en ningún sitio. Únicamente el supermercado enfrente de la cancha de fútbol cambia divisas, aunque a muy mal precio. Para gente que busca aún más tranquilad, puedes alojarte en una de las muchas comunidades, aunque yo personalmente creo que me desesperaría un poco.
Calle típica en Puerto Nariño
Empezamos el segundo día a las 8:00 de la mañana saliendo del embarcadero de Leticia río arriba en un barco con otros 10 turistas. No hubo problema en meter las maletas con nosotros. La ruta incluía visitar la isla de los micos, visita a una comunidad por el camino, avistamiento de delfines rosados y finalmente Puerto Nariño.

La isla de los micos es una turistada, pero entretiene. Un montón de monetes se te suben encima, saltan, juguetean y... hacen el mono. Lo bueno es que al final hay unos baños para que te asees y como no, una tienda de recuerdos. A continuación paramos en una comunidad donde nos recibió un grupo de locales ataviados con sus ropas tradicionales (que yo llamo "uniforme de trabajo", porque a día de hoy todos visten con ropas occidentales). Después de unas explicaciones en la maloka, hicieron un baile y quien quiso pudo comprar artesanías o algo de picoteo.

También pudimos hacer un paseo sencillo de media hora por la comunidad hasta una charca con nenúfares victoria regia. Aquí empecé a darme cuenta que debía olvidarme de la idea preconcebida de "aldea" o "poblado" indígena en medio de la selva. Al menos si están tan accesibles. Aquí todos tienen una antena parabólica, tejados de chapa industrial, un generador eléctrico,... Eso sí, todo alrededor es vegetación, gallinas por los caminos, niños correteando descalzos...
Maloca Baru
Embarcadero de isla de los Micos en Amazonas


Isla de los Micos


Comunidad típica en el Amazonas

De paseito por la comunidad

Por último, siguiendo río arriba llegamos a Puerto Nariño. Esto se parece más a un pueblo, con un buen embarcadero, un parque, una cancha deportiva, un paseito junto al río... Primero paramos a comer en un buffet, paseamos un poco por el pueblo, que tiene varias callecitas, se sube a un mirador y... poco más como parte de la visita. En el trayecto se intenta ver delfines rosados, pero como se asustan con el ruido de motores y a esta hora hay mucho tránsito de barcos, es difícil verlos. Es mejor esperar al atardecer cuando el río está menos transitado.

Con esto terminó para nosotros el tour. Después de alojarnos en el hotel, empezamos a disfrutar de la tranquilidad de no hacer nada en Puerto Nariño. La recepcionista, encantadora, nos puso en contacto con Miguel, el que sería nuestro guía los dos días siguientes por el Amazonas.

Atardecer en el embarcadero de entrada a Puerto Nariño

Día 3: Amazonas: lago Tarapoto, comunidad del lago y actividades varias

Miguel es un joven emprendedor que conoce muy bien la zona y los trucos de la selva. Nos propuso varias cosas que hacer los dos días que estaríamos y nos decidimos por contratarlo, pidiéndole que estuviera sólo con nosotros, sin otros turista (85.000 COP por persona).
Rio arriba
Utilizando su barquita, salimos sobre las 8:00 rumbo al lago Tarapoto. El camino es ya parte de la experiencia, ir viendo la vegetación a ambos lados, muchas aves, monetes en los árboles, ocasionalmente delfines rosados... Cerca del lago, hicimos un pequeño paseo de una hora por la selva, mientras Miguel nos iba explicando usos y utilidades de los árboles que íbamos viendo e intentábamos ver bichos (fue una buena idea llevar los prismáticos para ver las copas de los árboles).

Hasta llegar a la comunidad del lago, casualmente donde viven los padres de Miguel. Allí su hermana nos preparó una comida a base de pescado y maíz, muy rica, y descansamos un rato en las amacas. La comunidad es super sencilla (unas 15 casas), aún así una de las casitas aloja turistas.

Después salimos a pescar con caña, lo que fue toda una experiencia para nosotros. A la primera pesqué una piraña, ¡la primera vez en mi vida! Incluso pude bañarme después de pescar, aunque me daba un poco de miedo... Por el camino de regreso, vimos más delfines rosados y grises. Todo sin prisa, relajadamente. Después de toda la aventura, llegamos sobre las 16:30 a Puerto Nariño.

De paseo por la selva

Nuestro guía Miguel precarando el cebo para pescar

Pescado fresco del Amazonas

Día 4: Caminata y visita a la comunidad de San Miguel
El segundo día decidimos hacer una caminata de cuatro horas por la selva hasta la comunidad de San Martín. Miguel nos había propuesto hacer el regreso andando o en barca y, afortunadamente optamos por lo segundo. Aunque estoy hecho a caminar muchas horas, la selva, la humedad y el calor si no estás acostumbrado son muy duras (yo encima estaba malo de la barriga por culpa del pescado de la noche anterior).

Como experiencia estuvo bien, pero la actividad del día anterior estuvo mucho mejor. La mitad del recorrido lo hicimos por un camino donde están construyendo un puente elevado, por lo que desmerece mucho el paisaje. Es necesario, ya que la mitad del año toda esta zona de la selva se inunda. Este camino facilitará la comunicación entre Puerto Nariño y San Martín, que actualmente se hace por el río. Además posibilitará que turistas puedan hacer la ruta solos, ya que el camino estará perfectamente guiado. Ahora mismo necesitas guía si no quieres perderte.

La comunidad de San Martín es sencillita y muy, muy tranquila. Te apeas al pie del río y sales como puedes. A la llegada un cartel da la bienvenida a los turistas y se encarga de cobrar una tasa (en nuestro caso como estaban en la siesta, pasamos sin más). Existen ya un par de alojamientos para turistas, pero no esperes encontrar ni tiendas, ni bares. Al menos hasta ahí se mantiene intacta.


En San Martín nos estaba esperando un familiar del guía con su barca y nos llevó de regreso hasta Puerto Nariño. Total, salimos a las 7:30 y regresamos sobre las 14:00, 75.000 COP por persona, nosotros solos (esta vez sin comida, por lo que recomiendo llevar algo encima).

El interior de la selva


Embarcadero de la comunidad de San Martin
Jovenzuelas naturales de San Martín pasando la tarde

Barro rico en casi todo el camino (llevamos un cubre botas)

Consejos y cosillas a saber

Hay dos épocas en el Amazonas, húmeda y seca. En la seca que nosotros fuimos, el río está bajo y puedes caminar por la selva (con más o menos barro). En la húmeda, el nivel del río sube e inunda toda esta zona, teniendo que moverte en barca. El cambio tiene que ser espectacular.

Otras actividades que habitualmente te ofrecerá tu guía incluyen paseos nocturnos (dicen que se ven muchos más insectos), dormir en la selva en hamacas o visitar una Maloka en una comunidad cercana, donde un abuelo te explica sus tradiciones y puede darte consejos de salud (aquí le llaman abuelos a los ancianos en señal de respeto). En el propio Puerto Nariño, en las afueras, se puede visitar una Maloka que es también un centro de interpretación, donde puedes hablar con un abuelo que te explicará muchas cosas interesantes (lástima que no lo hiciéramos). En Puerto Nariño hay una torre mirador, hay que acercarse al Alto del Águila para contemplar las vistas (se atraviesa el internado, que es curioso), echarte unas cervezas viendo el atardecer desde el embarcadero, mientras intentas ver delfines, ver pasar la tarde...  Son pequeñas actividades con las que completar el día si aún te quedan energías. Por lo demás, dormir y dormir. Solíamos cenar a las 18:30 y a las 20:30 estábamos ya en el sobre hasta el día siguiente, por lo que es fácil madrugar.

En resumen:
  • No perder el tiempo en Leticia. Si es posible, coge un vuelo temprano que te permita llegar a alguna de las lanchas que te lleve a Puerto Nariño o alguna comunidad cuanto antes.
  • Lleva efectivo, no hay cajeros, ni se paga con tarjeta en ningún sitio (excepto en Leticia).
  • Para las caminatas por la selva, lleva ropa muy transpirable y de secado rápido. Vas a sudar como nunca.
  • Para la selva, siempre mejor manga larga y pantalón largo, con calzado cerrado. No tuvimos problemas con los mosquitos, ni nos pareció que hubiera muchos. Pero mejor prevenir.
  • Protector solar, que sobretodo en los barquitos pega fuerte. 
  • Lleva abundante agua y, si es una caminata larga, algo para reponer las sales (Acuarius, pastillas de Isostar o similar).
  • Chubasquero o paraguas en la mochila siempre. Aunque vinimos en época seca, nos llovió tres días y lo hace con mala leche.
  • Cuidado con los puestos de comida callejera. Puede ser que tuviera mala suerte, pero una noche comí pescado en un puesto de parrilla en Puerto Nariño y me puse fatal de la barriga.
  • Los trayectos en lancha son bastantes fiables en cuanto a puntualidad. El traslado Leticia - Puerto Nariño son 2 horas contra corriente; y el inverso 1,5 horas. Hasta el aeropuerto, desde que llegas al embarcadero échale una hora, entre que bajas, cruzas al embarcadero principal, encuentras un transporte y llegas.

Pasando el tiempo

nulain

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