Esta mañana teníamos programado un descenso en rafting por el río Ayung, que tiene ahora en esta época unos rápidos muy sencillitos y que cualquiera puede hacer. Y luego para la tarde a ver los mónicos. Por unos 30€ nos recogen en el hotel (8:30 am), nos llevan al embarcadero (a unos 20 minutos del centro de Ubud) y comenzamos a prepararnos. Cuando contratas por Internet nunca sabes muy bien qué tal saldrá, pero la verdad es que ha estado genial: el personal y el instructor perfectos, las instalaciones igual, el material correcto, comida incluida (normalita eso sí, pero sabrosa).
Lo mejor del rafting es el paisaje, porque adrenalina no es que descargues realmente (y lo dice Raquel, no yo). Además de la selva espectacular y las cascadas, hay dos zonas con bajorrelieves en la roca a la altura del agua que cuentan la historia de Brahma y Saraswati (el Romeo y Julieta de por aquí). Al principio el paisaje es muy encañonado, con paredes muy verticales llenas de árboles. Luego se abre un poco más. El guía era divertido, nos ha pasado por debajo de las cascadas, nos ha parado en un par de sitios y estaba atento a todo. Al final incluso nos hemos tirado al agua para dejarnos llevar un poco por la corriente.
A la 13:00 estábamos en el hotel, así que hemos tenido tiempo de disfrutar del solete en nuestra villa antes de ir a ver los monetes.
Monkey Forest
Todo el mundo visita el Monkey Forest para ver los macacos sagrados campar a sus anchas, pero realmente el entorno tiene varios sitios muy bonitos. Lo que nos ha hecho gracia es ver que los monos serán sagrados para los balineses, siempre y cuando no le toquen las cosas de las tiendas de souvenirs. Las dependientas van cargadas con tirachinas y macaco que se acercaba, macaco que sale chinado (realmente casi nunca llegan a darles).
Todo el mundo visita el Monkey Forest para ver los macacos sagrados campar a sus anchas, pero realmente el entorno tiene varios sitios muy bonitos. Lo que nos ha hecho gracia es ver que los monos serán sagrados para los balineses, siempre y cuando no le toquen las cosas de las tiendas de souvenirs. Las dependientas van cargadas con tirachinas y macaco que se acercaba, macaco que sale chinado (realmente casi nunca llegan a darles).
[Actualización] Curiosidades de los balineses. Les encantan las cometas, cuanto más grandes mejor. En el cielo se ven constantemente a muchísima altura y llevan carretes de hilo enormes. Es una forma de juntarse los chavales y pasar la tarde (pregunté si tenía algo de religioso, como en Guatemala, que sirven para guiar a los muertos, pero parece ser que no).
La cerveza nacional, Bintang, la venden en unas botellas enormes, que deben ser de mínimo 750ml (4,7% alcohol) está bastante rica. El problema es que tomarte más de dos afecta bastante... (La de la foto es la normal, de unos 33cl.)
Sí, es una pena que destrocen un paisaje tan maravilloso pero nadie aprende en cabeza ajena. Creo que ha sido una mañana en que habréis disfrutado mucho de esa naturaleza salvaje. Lo de los macacos, bueno..., no son de mi devoción.
ResponderEliminarUn besote