Trotamundos Andaluz

Tanto habíamos oído hablar de esta fruta tan popular en el sudeste asiático, amada por unos, odiada por otros, prohibida en muchos hoteles y taxis por su olor, que no me podía resistir a probarla.
La tendera te hace comprar la pieza entera (20 $HKD); te la da cortada, metida en un paquete cerrado y en una bolsa con un nudo (casi le falta decirte que te vayas corriendo). Decidimos buscar un sitio tranquilo donde comerla, pero conforme pasa el tiempo el tufillo va traspasando la bolsa. Lo peor para mi gusto es la textura. Al coger la parte comestible se te deshace en la mano. Luego el sabor no sabría definirlo, pero no es malo. Lo que también digo es que no tengo intención de volver a comprarlo. Prefiero mil veces antes cualquier otra fruta. Respecto al famoso olor, hay que comerlo cuanto antes. El problema es conforme pasa el tiempo y sobretodo si hace calor.