Trotamundos Andaluz

Pabellón de China

Conocimos gente durante el viaje que había estado ya en la Expo y nos recomendaba que no fuéramos, porque era imposible ver nada con tanta gente. No íbamos a cambiar nuestros planes, pero esto nos sirvió para hacernos a la idea y planificar la visita. Dicho esto, mi impresión de la Expo es que es espectacular y, de no haber tantos visitantes, habría sido una Expo alucinante para disfrutar un montón de días. Nada más llegar, una hora para entrar. Las colas que anuncian por megafonía para los pabellones más visitados iban desde cinco horas hasta tres los que menos. Hay pabellones de los que directamente te tienes que olvidar, como el de China.

Como no pensábamos pasarnos las horas esperando, decidimos pasear y ver los pabellones por fuera. Sólo donde no había cola o no se esperaba más de 15 minutos entrábamos: los pabellones grupales de los paises africanos, los caribeños y los árabes, Chile, Cuba, Luxemburgo, etc. al final un montón, pero poco o nada por lo que mereciera la pena esperar más de 15 minutos.

Pabellón de Reino Unido

De entre los grandes, pudimos ver por dentro el pabellón de España, al que identificándote como español entras por la puerta VIP. Y sinceramente, si hubiera esperado tres horas como hacían los chinos, habría salido decepcionadísimo. Algo que nos llamaba la atención era ver cómo los chinos pasan a todo velocidad por los pabellones, después de haber esperado horas. No se detenían a leer los carteles, a ver las fotografías, a entender los paises. Eso sí, tener el sello en el falso pasaporte es fundamental.

Pabellón de España

La Expo de noche por fuera cambia totalmente. La iluminación es fantástica y entran ganas de volver a recorrerla. Lástima que las energías sean limitadas.

Pabellón de China de noche